viernes, 1 de enero de 2016

Río Sella...




Como todos los ríos cantábricos la principal característica del Sella es la limitada longitud de su cauce fluvial, a causa de la proximidad  de la cordillera Cantábrica, su lugar de nacimiento hasta el mar , donde desemboca el río, Aunque la distancia en línea recta entre ambos puntos es de  42 kilómetros, la longitud real del Sella  se eleva a 73 kilómetros, pues ha de sortear masas calizas  y cordales transversales en el trayecto que le lleva desde la fuente del infierno hasta su desembocadura en Ribadesella. A su corto trayecto se añade una fuerte pendiente, por descender en tan pocos kilómetros desde los 1300 metros de  altitud hasta el nivel del mar.

    

 La cuenca fluvial del Sella  se establece en las vertientes de una de las montañas más emblemáticas de la península Ibérica, los Picos de Europa, cuyas alturas ascienden a más de 2.500 metros a tan solo 25 kilómetros de la costa.

     La gran masa caliza de Picos ha sido un lugar históricamente inaccesible, en el que los astures ubicaban a su dios Vindus y en el que Pelayo encontró refugio, pasando a ser conocido como Peñas de  Pelayo.



 Si nos atenemos solo al curso fluvial principal, el río surge en Sanjambre, en un amplio  anfiteatro de montañas adosadas a la  cordillera Cantábrica, penetra en la masa caliza para cortarla  verticalmente en el desfiladero de los Bayos, se abre camino por  las pequeñas vegas de Amieva( Cien,  Sebargas, Pervis), 


llega entre agitados rabiones a Cangas de Onís y    Arriondas, ralentiza su marcha en el llano de Margolles y descansa plácidamente en forma de ría a partir de  Llovio, a las puertas de Ribadesella. Tal diversidad de tramos suscita paisajes naturales cambiantes, que van desde la alta montaña, hasta  la costa






Fuente : El río Sella: "El río de la Historia"