Señoras y señores, en Asturias la sidra no se cata, las
vacas sí, puesto que catar significa, en
asturiano ordeñar. La sidra “espichase”. La espicha es una fiesta ritual
en la que se abre ante el mundo el tonel de sidra. La sidra ha de ser probada cuando,
más o menos, lleva dos meses en el tonel
o en la pipa.
Para hacer eso, el
llagareru, generalmente acompañado de un sidreru entendido. Hace un agujero
pequeño con una barrena en el tonel o pipa. Se prueba la sidra y, una vez
paladeada, se cierra el agujerito con una puntina de madera que se llama precisamente,
espicha, taco, que por extensión, acaba
por dar nombre también al propio aguajero y al mismo acto de probar el
líquido. Después de varias pruebas, cuando se llega a la conclusión de que la
sidra está apunto, el llagareru convoca a
amigos y vecinos a una fiesta en la que dar cumplida cuenta de la sidra
nueva. Esta fiesta es la que se suele conocer generalmente por espicha. La
espicha por excelencia
Y de lloreu ente rama
Que pinga d´unes esquirpies
De dosel o a semeyanza,
Un tonel de rica sidre
Fachendosu allí s´afaya
Que pal escañu y la sede
Ye melecina probada…
Y qué se come en una espicha que sea fiel a la tradición?
Como corresponde a un
ritual, el número de elementos comestibles que no pueden faltar en una espicha
de ley, es el de siete. Pan, el lacón, el chorizo, la tortilla, los huevos, la
empanada y el queso…