
Existe una curiosa leyenda sobre esta Virgen, que habla sobre unas terribles desapariciones que ocurrieron en torno al siglo XVII, en su época
de máximo esplendor, tanto en belleza como en comercio, pesca e importancia
portuaria. Las desapariciones de niños y adultos comenzaron a ser notorias e
investigadas por la escasa población, que cada día iba observando, alarmada, la
disparada e inexplicable merma de sus habitantes.
La Virgen les
desveló que la causa del marchitamiento y sufrimiento de la población era provocado por una Guaxa arrojada del infierno que se escondía en la Cueva de la
Blanca, donde la tradición afirma que encontró, arrojada por el mar, esa misma
talla milagrosa. Les dio también las instrucciones para
expulsar a ese demonio, llevándola en procesión a dicho lugar. Dentro
encontraron una escena dantesca, cráneos colgados, huesos por todos los lados,
piernas, brazos y de más miembros en descomposición, desparramados por todos los rincones donde la vista de los
pobres valientes alcanzaba.
Finalmente consiguieron erradicar a la temible vampiresa
entre terribles gritos y silbidos, provocados por el temor que le causaba la
presencia de la luminosa talla milagrosa.

El LLobu del Arca
Luarca (LLuarca) tuvo
desde antaño una gran importancia como
villa pesquera gracias a su actividad
portuaria, su economía, comercio e intercambio cultural con otras zonas.
Además cuenta con
numerosas leyendas y preciosos enclaves dignos de visitar, siendo ya de por sí
un lugar mágico, pues la etimología de su nombre proviene, según una antigua
leyenda del “lobo” o “Llobu” del “Arca”. Cuenta dicha leyenda cuya versión más
antigua es la recogida por Evaristo Casariego en 1767, en su obra “Las famosas
reliquias asturianas y de Luarca”, que una embarcación extraña atracó a los pies de la Atalaya hace mucho tiempo, cuando
solo era un pueblo con notable actividad pesquera y aun carecía del nombre
actual. Allí un extraño personaje bajó de una embarcación con un arcón, que era
uno de los tesoros más importantes de la cristiandad, proveniente de Jerusalén
y con destino hacia Oviedo: el Arca Santa de las Reliquias. Ante el estupor de
los testigos del pueblo, una manada de lobos apareció y su líder; de gran
tamaño, tras dar varias vueltas alrededor del arcón, retorció su cuerpo, hasta
postrarse de rodillas ante el Arca.
Otra leyenda ambientada en tiempos de piratas en la villa de
Luarca y su puerto, es el origen del llamado “Puente del Beso”, rescatada por Miguel Arrieta Gallastegui en su obra “Historias y Leyendas de Asturias”.
Allí, el pirata Cambaral, que se había enamorado de una mujer que le atendió
sus heridas durante su cautiverio en Luarca, murió asesinado junto a ella
cuando se daban un beso. En ese lugar donde murieron, se elevó posteriormente
un puente, apodado como “el del beso”. El barrio Cambaral da honor al temible
pirata, al igual que la presencia del monumento llamado “ la Mesa de Cambaral”
y el precioso mirador situado en el mismo lugar donde estuvo la antigua fortaleza en la que sufrió cautiverio el pirata
También existe en la avenida de la estación una fuente
relacionada con la bruja y la superstición conocida por el nombre “Fuente del
Bruxo”.